Tijuana repitió el triunfo sobre Veracruz 1-0 en la final de Vuelta del Torneo Apertura 2010 para conquistar el título con un global 3-0, el primero de su historia y garantizó su pase a la lucha por el ascenso a la Primera División.
Raúl Enríquez, ídolo de la afición fronteriza, fue quien dio el tercer arponazo a los 56 minutos, mientras el arquero Adrián Zermeño tuvo dos intervenciones decisivas a disparos de Guillermo Rojas (63) y de Alejandro Leyva (64) para impedir una reacción de Tiburones Rojos.
Xoloitzcuintles maniató por completo a los escualos, quienes pese a sus intentos nunca supieron como abrir a la zaga fronteriza, y cuando lograron hacerlo apareció el guardameta Adrián Zermeño para apagar el peligro e impedir la reacción de los visitantes.
Guillermo Rojas fue otra vez el elemento más peligroso de los veracruzanos, al intentar varias ocasiones desbordes por la banda izquierda, pero cuando buscó servicios para Alejandro Leyva, Juan Pablo García o Ever Guzmán, la zaga de los perros aztecas estuvo atenta para alejar el esférico y evitar los remates.
Veracruz no se fue con todo al frente de inicio y Tijuana sólo los maniató, pero pudo liquidar el juego en par de arribos al final del primer tiempo, pero Richard Ruiz perdonó la más clara al no decidir entre darle el balón a Mauro Néstor Gerk o tirar al marco a los 42 minutos.
Transcurrían los primeros minutos del segundo lapso y se dio el gol que dio tranquilidad a los seguidores, cuando Richard Ruiz entró al área por la derecha y puso servicio que frente al arco impulsó hacia las redes con pierna izquierda Raúl Enríquez (56).
Ello apenas un minuto después que el técnico escualo, Carlos Turrubiates había mandado a Francisco Bravo al campo para reforzar a su ataque.
Casi enseguida vino una reacción de unos Tiburones Rojos heridos de muerte con dos arribos consecutivos, pero los tiros de Guillermo Rojas (63) y Alejandro Leyva (64) fueron desviados por el guardameta Zermeño.
Los olés aparecieron entonces en las gradas de un repleto estadio Caliente, donde los seguidores empezaron la celebración del título, el primero del cuadro fronterizo en su joven existencia.
Algunos elementos veracruzanos no controlaron sus emociones y perdieron la cabeza con algunas entradas fuertes, que costó el no terminar completos el encuentro.
El atacante Francisco Bravo fue expulsado a los 88 minutos por una patada sobre el portero Zermeño, lo cual generó que un sector de la afición le arrojara objetos al momento de entrar al vestidor.
Raúl Enríquez, ídolo de la afición fronteriza, fue quien dio el tercer arponazo a los 56 minutos, mientras el arquero Adrián Zermeño tuvo dos intervenciones decisivas a disparos de Guillermo Rojas (63) y de Alejandro Leyva (64) para impedir una reacción de Tiburones Rojos.
Xoloitzcuintles maniató por completo a los escualos, quienes pese a sus intentos nunca supieron como abrir a la zaga fronteriza, y cuando lograron hacerlo apareció el guardameta Adrián Zermeño para apagar el peligro e impedir la reacción de los visitantes.
Guillermo Rojas fue otra vez el elemento más peligroso de los veracruzanos, al intentar varias ocasiones desbordes por la banda izquierda, pero cuando buscó servicios para Alejandro Leyva, Juan Pablo García o Ever Guzmán, la zaga de los perros aztecas estuvo atenta para alejar el esférico y evitar los remates.
Veracruz no se fue con todo al frente de inicio y Tijuana sólo los maniató, pero pudo liquidar el juego en par de arribos al final del primer tiempo, pero Richard Ruiz perdonó la más clara al no decidir entre darle el balón a Mauro Néstor Gerk o tirar al marco a los 42 minutos.
Transcurrían los primeros minutos del segundo lapso y se dio el gol que dio tranquilidad a los seguidores, cuando Richard Ruiz entró al área por la derecha y puso servicio que frente al arco impulsó hacia las redes con pierna izquierda Raúl Enríquez (56).
Ello apenas un minuto después que el técnico escualo, Carlos Turrubiates había mandado a Francisco Bravo al campo para reforzar a su ataque.
Casi enseguida vino una reacción de unos Tiburones Rojos heridos de muerte con dos arribos consecutivos, pero los tiros de Guillermo Rojas (63) y Alejandro Leyva (64) fueron desviados por el guardameta Zermeño.
Los olés aparecieron entonces en las gradas de un repleto estadio Caliente, donde los seguidores empezaron la celebración del título, el primero del cuadro fronterizo en su joven existencia.
Algunos elementos veracruzanos no controlaron sus emociones y perdieron la cabeza con algunas entradas fuertes, que costó el no terminar completos el encuentro.
El atacante Francisco Bravo fue expulsado a los 88 minutos por una patada sobre el portero Zermeño, lo cual generó que un sector de la afición le arrojara objetos al momento de entrar al vestidor.
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